Guillermo ha sufrido una fuerte impresión. La descripción que le está dando Pepi no puede ser la de la chica que él conoció, con la que soñó y a la que estaba deseando volver a ver. Con el rostro desencajado sin poder ocultar su pena, el guapísimo chico se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡no puede ser, no¡¡
--¿¿el que no puede ser??
--Esa chica se ve tan dulce, tan humilde... no puede ser cómo tú la describes.
--¿¿y porque no?? A penas la viste unos segundos. Además lo dices cómo si fuera algo malo.
--¡¡claro que es malo¡¡
--ella es pobre pero bonita. No tiene nada de malo que use su físico para enriquecerse.
--¡¡eso que dices es horrible¡¡¿¿a caso estás diciendo que es una prostituta??
--¡¡claro que no. Nunca se vende por dinero. Si los hombres le dan regalos después... pues bueno... eso no es malo. Esas cosas son normales entre los pobres, ¿no?
Guillermo está horrorizado:
--¡¡claro que no es normal¡¡
A Pepi le duele darse cuenta de lo mucho que Trini fascinó a ese chico en sólo unos segundos pero se hace la sorprendida, el que no entiende.
--¿no? pues yo creo que si fuera pobre...
Guillermo la interrumpe:
--¡¡una cosa es ser pobre y otra es no tener dignidad... venderse¡¡¡eso no¡¡¡no es correcto, yo jamás lo haría¡¡
Pepi le sonríe coqueta, se le engancha del brazo y le dice:
--¿salimos? ¿vamos a dar un paseo?
Guillermo se aparta de ella un poco molesto:
--¡¡claro que no¡¡
Ella no acepta esa respuesta:
--¿¿y porque no?
--me tengo que ir ¡¡estoy trabajando¡¡
Guillermo se va muy de prisa. Ella siente rabia. El guapo lleva unos tejanos blancos que estilizan su esbelta figura. A Pepi le enloquece las arruguitas que se le hace al guapísimo chico en el trasero. El deseo la domina. Lo mira irse obsesivamente:
--¡¡tiene que ser mío¡¡¡es más va a ser mío¡¡que bueno está... como me gusta¡¡¡nunca vi un chico tan guapo, es el buenorro más buenorro del mundo mundial y va a ser mío¡¡vaya que sí¡¡Sea como sea será para mi¡¡ya logré decepcionarlo de la estúpida de Trini y me daré el lujo ni que sea de acostarme con él una sola vez aunque sea lo último que haga en mi vida¡¡
Por su lado Guillermo está desesperado. No quiere que nadie lo vea llorar. Se encierra en el baño y frente al espejo rompe a llorar con desesperación. Apoya su rostro en el espejo y con el puño da un golpe en la pared. Piensa en el sueño, en las palabras de Pepi.
--¿¿porque?¿¿¡porque?¡¡¡¡no puede ser¡¡
El dolor es demasiado fuerte, se da cuenta que la chica lo había impresionado más de lo que él esperaba.
--¡¡a penas la vio una vez¡¡¡¿¿que me pasa?¿¿qué??
Guillermo se lleva la mano al pecho, siente una fuerza que lo oprime, que lo ahoga. Piensa en el sueño y se siente frustrado, se acaricia el labio recordando el beso que se dieron en el sueño. Tiene muy presente lo que sintió y se estremece al recordarlo.
--¿¿porqué?? --se dice roto de dolor-- ¿¿porque nada puede ser como en el sueño en el que dijiste que me querias?¡
Guillermo se mira al espejo. tiene los ojos enrojecidos:
--¡¡no hagas más el ridículo¡¡¿¿estás llorando por una mujer que no conoces??¿¿que sabías tú de ella??
Guillermo no sabe, no entiende lo que le pasa y es que nunca se sintió así. Guillermo se lava la cara para que nadie sospeche de su pena. Regresa con Jose que está catalogando unos cuadros.
--¿y tú?¿dónde andabas?
Evitando mirar a los ojos a su amigo, Guillermo le dice:
--en el baño... me dió un apretón.
Guillermo se apura a seguir con el trabajo pero Jose se le pone delante:
--¿que te pasa? Mirame.
Guillermo no le hace caso. Sigue trabajando. Jose le levanta el rostro a su amado poniendo su mano en la barbilla. Jose siente el dolor de su amigo y eso lo hace sufrir:
-¿¿has estado llorando??
--claro que no. --dice Guillermo de nuevo apartando sus ojos de los de Jose.
--no soporto verte mal... se me parte el alma. --dice poniendo la mano en el hombro a su amado.
Guillermo fuerza una sonrisa, le acaricia la mano para agradecerle su apoyo:
--todo está bien, no me pasa nada.
Jose está muy angustiado:
--¿que te pasó? Somos amigos ¿porque no confías en mi?
Guillermo mira a su amigo abatido y con un hilo de voz dice:
--no, nada...que soy un imbécil.
--si es una mujer la que te hizo daño la imbécil es ella. Eres el mejor chico del mundo, cualquier mujer se debería sentir orgullosa de que tú fijaras tus ojos en ella --dice con celos y envidia de no poder aspirar a su amor.
Guillermo sonríe conmovido por el cariño que le demuestra su amigo. Y a Jose le derrite esa sonrisa. se muere por probar esos labios. Le duele saber que es un sueño imposible. Esa boca, ese cuerpo, ese chico tan guapo y que tanto ama nunca será para él. Le duele y le da rabia que su amado amigo viva un amor no correspondido.
En la noche, Jose acompaña a Guillermo hasta la puerta de su casa. Guillermo tiene la mirada perdida y lo que más quería era llegar cuando ante hacia su casa.
--¿te sientes mejor? --pregunta Jose triste porque su amigo no ha dicho nada en todo el camino.
Guillermo fuerza una sonrisa.
--gracias, hermano. Tú sabes que tu apoyo es muy importante para mi.
Los dos amigos se despiden hasta el día siguiente. Jose no puede evitar mirar el culo de su amigo.
--que bueno está, que culo tiene.
Daría su vida por vivir una noche de amor en sus brazos. No quiere sólo sexo. quiere sentir su amor aunque sea una sola vez. Se le saltan las lágrimas que se tiene que tragar y le quema por dentro. Al llegar a la mansión se da una buena ducha fría. Eso no baja su excitación y desnudo en su cama se masturba pensando en su amigo. En ese culo. En el gran rabo de Guillermo que se imagina en su boca. Le parece una traición a su amistad masturbarse pensando en su guapo amigo pero no lo puede evitar y lo hace a diario.
Guillermo está muy cansado y además al llegar a casa tiene que hacer todas las labores del hogar. Se acuesta reventado, duerme en calzoncillos. No tiene tiempo de pensar en Trini. Se quede dormido en sseguida. Pero su subconsciente lo traiciona de nuevo...
Sueña que está en la galería. De pronto siente un calor que se apodera de él. Se gira y todo ante él se ilumina. En medio de esa luz aparece Trini. Él sonríe enamorado.
--¿¿tú?
Ella se le acerca coqueta:
--claro... ¿creíste que no iba a volver?
Él la mira con amor y con deseo. Ella lo abraza y lo besa y él tiembla en sus brazos.
--¿me amas? --pregunta él.
Él la calla con sus besos:
--no digas nada.
Ella lo besa y le empieza a desabrochar la camisa. él traga saliva:
--¿¡qué haces??
--amarte como tú quieres que te ame.
Ella le saca la camisa y le quiere bajar los pantalones:
--¡¡NOS VAN A VER¡¡ --dice él.
--claro que no..
Los dos se desnudan con rapidez y en el suelo, sobre sus ropas, hacen el amor. Es todo muy real Guillermo siente en su propia piel el deseo. Él queda desnudo en el suelo, feliz. Ella se viste.
--¿¡donde vas??
Ella lo mira con coquetería:
--pues con mi prometido... me voy a casar con un hombre rico.
Guillermo se levanta desesperado:
--¡no puedes hacerme eso¡¡tú me amas¡¡
Ella lo mira con desprecio:
--¡¡tú eres un don nadie, eres muy guapo y por eso me he querido dar el gustazo pero ya está¡¡
Guillermo llora:
--¡¡no me hagas esto¡¡
Trini se muestra como una mujer fatal, tal y como Guillermo no quiere que sea.
--pensándolo mejor, no me gusta hacer el amor sin recibir nada a cambio y como tú no tienes en que caerte muerto... Me llevo este cuadro. ¿¿tú me guardas el secreto no??
Trini se va después de robar ese cuadro. Guillermo se despierta atormentado. Siente en su piel el deseo casi real, el placer de haber hecho el amor con esa chica que lo enloquece. A su vez pero siente muy suyo, muy adentro el dolor y la desesperación que sentía en el sueño.
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